
-¡Feliz cumpleaños, Claudia! ¡Abre tu regalo!
-Eeeh, me parece que te has equivocado.
-No, no me he equivocado, este es tu regalo.
-Pero... si la caja está vacía, no hay nada dentro...
-¡Claro que no! El regalo es la caja.
-...
-...
-¡Si solo es una caja!
-Ah, pero no es una caja cualquiera. Es una caja de guardar secretos. Abre la tapa, cuéntale tu secreto y ciérrala. Nadie mas se enterará y el secreto estárá a salvo.
-¿Y nadie mas se enterará?
-No hasta que tú decidas abrirla y dejar que el secreto se valla por el aire.
-...
-¿Qué te pasa? ¿No te gusta?
-No, no es eso. Es solo que ahora tendré que dejar de contarte mis secretos. 

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