viernes, 28 de mayo de 2010

-Ahora sí que es uno de los nuestros...



...El teniente Datum lo hubiera sacrificado todo para convertirse en humano, y unos años mas tarde así lo hizo: destruyó su cuerpo mecanoide y logró introducir su conciencia en un frágil cuerpo biológico. La primera emoción humana que experimentó fue miedo, luego furia, después se echó a reír. El miedo le invadió al comprender que se había condenado a muerte al elegir una raza mortal; sintió furia ante la imposibilidad de volver a su cuerpo anterior; rió al advertir que se estaba comportando como un perfecto gilipollas. Aún con una torcida sonrisa en los labios, salió de su laboratorio y se dirigió a la cantina para saludar a sus nuevos compañeros de raza.

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