martes, 2 de noviembre de 2010

-Y tú ¿Qué harías? II

¿LA DAMA O EL TIGRE?

Hace muchos años, vivía un rey bárbaro que gobernaba con mano de hierro. Su poder absoluto era tal, que todos y cada uno de los delitos cometidos por sus súbditos eran juzgados mediante un juego que él mismo se había inventado. El sistema era muy simple: el acusado era llevado al estadio donde le esperaban dos puertas idénticas. Detrás de una se encontraba un tigre hambriento y salvaje que le devoraría en el acto. Tras la otra aguardaba una dama, elegida entre todos los habitantes para ser la más adecuada para él, teniendo en cuenta su posición social y demás cualidades.

Si abría la puerta del tigre, era considerado culpable y su castigo era la muerte en el acto. En cambio, si tenía la suerte de abrir la otra puerta, se le declaraba inocente y se le casaba con la mujer elegida para él, sin importar si estaba ya comprometido, ni si ya había formado una familia.

Pero, como suele pasar, la hija del rey se enamoró locamente de un campesino. Mantuvieron su romance en secreto hasta que, una noche, el rey sorprendió a los dos amantes. Su cólera era inmensa. ¡Su preciosa hija con un plebeyo cualquiera! Aunque lo que el soberano quería era acabar con el joven, tenía que abstenerse a sus propias leyes y el amado de la princesa fue conducido al de siete días a la arena.

Todo el pueblo se reunió para presenciar el acontecimiento. “¡Pobre muchacho!” Se quejaban. “Tan joven y hermoso y condenado…” Una vez en el estadio, el joven se volvió hacia el palco real para hacer la reverencia obligatoria al rey. Pero esa vez sus ojos no miraban a su señor, estaban fijos en la princesa. “¿Cuál?” Le preguntó con la mirada. Ella movió suavemente la cabeza hacia la derecha.

Durante toda esa semana, la princesa se había dedicado a averiguar, mediante sobornos y engaños, qué se encontraba tras cada puerta. Algo que nadie en todo el reino sabía, ni siquiera su padre.

También sabía quién iba a ser la mujer elegida para su amado. Era una cortesana del palacio, muy bella y agradable .Quien, aunque nunca lo había admitido, ella sabía que lo amaba. La princesa ya los había visto con anterioridad hablando en los pasillos. Aunque eran conversaciones cortas, ¡Mucho era lo que se podía decir en unos segundos! Cada vez que los veía juntos, la princesa se moría de celos. No podía darle a su amado. ¡Cuántas veces se había despertado empapada en sudor y muerta de rabia al soñar cómo su amado abría la puerta de la dama! Lo veía todo en su mente como si fuese real: La alegría de él al saber que seguiría vivo, los vítores del público, la cara de triunfo de la mujer al estrecharlo en sus brazos, la mirada que esta le dedicaría sabiéndose ganadora… No. Eso no podía suceder.

Pero, cuando no tenía esa pesadilla, soñaba con algo peor: Veía cómo él abría la otra puerta y de allí salía el tigre. El más fiero y salvaje, seleccionado entre las peores alimañas que los guardias habían podido encontrar. Imaginaba cómo el animal saltaba sobre el joven y clavaba sus garras en su frágil cuerpo, cómo jugaba con él; dejándolo sufrir y morir lentamente, cómo los gritos de su amado inundaban la plaza y hacían estremecer hasta la última fila de espectadores, cómo el tigre, por fin cansado de aquel juego que no llevaba a ninguna parte, se abalanzaba sobre su presa y lo devoraba en mitad de la plaza, ante la mirada horrorizada de todos.

Pero tras muchas dudas había llegado a una conclusión y señaló hacia la derecha.

¡Qué bien había hecho en confiar el ella! Se felicitó a sí mismo el amante. No esperaba menos de la princesa. Confiado, cruzó la arena y, sin un instante de duda, abrió la puerta de la derecha.



3 comentarios:

  1. -Wind: ¡¡Acabó bien porque ese bebe me mira y me sonríe y me dice que fue así y por eso fue así y no de otra manera!!
    -Earth: bon apetit.
    -Fire: está claro que es la puerta del tigre... ¡Yo misma me encargué de hacer el cambiazo! e,e
    -Water: la puerta de la derecha llevaba al caballo blanco con el cual se darían la fuga él y la princesa... los sobornos fueron invertidos en pensamiento lateral.

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  2. la verdad, yo creo q saldria el tigre. segun el de filo somos uno monstruos por no salvarlo.

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  3. yo tambien creo ke saldria el tigre!

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