Un joven de 16 años de edad golpeó a su madre con un martillo mientras dormía y posteriormente intentó quemar su cuerpo en un horno.
Un adolescente de 16 años de edad ha confesado que mató a su madre porque le quitó la videoconsola Playstation.
Kendall Anderson atacó a su madre Rashida con un martillo y la golpeó una veintena de veces mientras ésta estaba durmiendo en su domicilio de Philadelphia.
Al ver que los martillazos no habían terminado con su vida, el joven agarró a la mujer de 37 años e intentó incinerarla en el horno.
Al ver que no podía, cogió la pata de una silla y le golpeó en la cabeza repetidas veces. Luego escondió su cuerpo en la parte trasera de la casa.
El cuerpo de la víctima fue encontrado bajo unos escombros, y había sufrido un traumatismo contuso en la cabeza.
"Si pudiera, no lo haría otra vez", ha declarado el menor. "Echo mucho de menos a mi madre, era la única persona a la que le importaba".
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Curioso y aterrador
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