El rumor se propagó por la cuidad como un fuego desatado (algo que se propagaba bastante a menudo por Ankh-Morpork desde que sus ciudadanos aprendieron las palabras "seguro contra incendios").
            
Los enanos pueden convertir el plomo en oro...
(...)
Llegó a las orejas puntiagudas de los enanos.
            -¿Podemos?
            -Y yo qué sé. Yo no puedo.
            -Vale pero si pudieras, no lo dirías. Yo no lo haría.
            -¿Tú puedes?
            -¡No!
            -¡Ajá!
La verdad. Therry Pratchett.
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